La energía es uno de los elementos críticos en el diseño y operación de edificios e infraestructuras. Desde los edificios energéticamente eficientes hemos de evolucionar hasta los edificios de energía neutra o NZEB (Net Zero Energy Buildings) y posteriormente hacia los edificios de energía positiva o PEB (Positive Energy Buildings) que aportan al sistema más energía de la que consumen.
Dado que cada edificio es único, es fundamental contar con un equipo experto para seleccionar las soluciones más adecuadas y específicas para cada caso. Además, el monitoreo continuo de las variables clave durante la operación es vital para garantizar que el comportamiento energético del edificio coincida con lo previsto durante el diseño. En caso contrario, se ajustarán las soluciones implementadas hasta alcanzar el nivel de funcionamiento deseado.